Az idősek viselkedésének és motivációinak megértése : Az idősek gyakori félelmei, amelyek befolyásolják a fizikai aktivitásukat

1. Az idősek gyakori félelmei, amelyek befolyásolják a fizikai aktivitásukat

As people age, physical and emotional challenges tend to intensify, influencing their behaviour and daily decisions. Among these challenges, specific fears related to physical activity play a crucial role. These fears, while often overlooked or underestimated, can significantly affect the quality of life of older adults, limiting their participation in activities that, paradoxically, could improve their health and overall well-being. In this subchapter, we will explore some of the most common fears faced by older adults concerning physical activity and how these fears can be addressed to promote active and healthy ageing.

The most important fears for the elderly when trying physical activity are the following (including quotes after analysing several interviews conducted as part of the IKIGAI55 project):

1. Fear of Falling

One of the most prevalent fears among older adults is the fear of falling. This fear is understandable, given that falls are one of the leading causes of serious injuries in older individuals, including bone fractures and brain trauma. Concern over a potential fall can lead to reduced mobility and avoidance of activities perceived as risky, such as walking outdoors, climbing stairs, or participating in low-impact exercises.

However, avoiding physical activity due to the fear of falling can be counterproductive. Inactivity can further weaken muscles and diminish balance, actually increasing the risk of falling. To mitigate this fear, it is crucial that older adults receive information and training in safety techniques, as well as access to exercise programs specifically designed to improve balance and muscle strength.

2. Fear of Injuries or Pain

Many older adults fear that exercise might cause them injuries or exacerbate pre-existing pains, such as arthritis or chronic aches. This fear is often based on past experiences or the perception that their bodies are frailer with age. As a result, some avoid physical activities they perceive as strenuous or risky, opting instead for a sedentary lifestyle.

To overcome this fear, it is essential for older adults to understand that not all-physical activity carries a high risk of injury. It is important to highlight the significance of choosing activities appropriate for their fitness level, such as walking, swimming, or practising yoga, and the necessity of starting any exercise program under the guidance of a health professional. Support from physiotherapists and specialised trainers can help design safe routines that minimise the risk of injuries and promote greater confidence in the body's ability to remain active without pain.

3. Fear of Fatigue and Loss of Energy

The fear of feeling too tired or fatigued after physical activity is another common obstacle. As people age, it is natural for them to experience a decrease in energy levels, and the fear of becoming exhausted after exercise can deter participation in regular activities.

To combat this fear, it is helpful to educate older adults about the long-term benefits of physical activity for increasing energy. Although they may initially feel slight fatigue, over time, regular physical activity can improve endurance and raise overall energy levels. Furthermore, emphasising the importance of starting with gentle and short-duration exercises can help older adults overcome the fear of fatigue and experience the gradual benefits of exercise.

4. Fear of Embarrassment or Shame or Social Comparison

Some older adults may fear being judged or ridiculed for their physical condition, especially if they perceive that they cannot perform activities at the same level as younger peers or even other more active older adults. This fear of humiliation or shame can lead to complete avoidance of environments where physical activity takes place, such as gyms or parks.

In the case of mixed-age group classes, older adults may feel frustrated and uncomfortable for not being able to keep up with younger participants, feeling left behind, awkward, slow, and "old." Generally speaking, older people tend to isolate themselves and have fewer habits that connect them to the outside world. They believe they are no longer capable (I cannot dance, I am not able), and they lack self-confidence/self-esteem. Sometimes they are reluctant to start something new or can't keep up with younger participants (e.g., in a Zumba class—finding it difficult to learn choreography quickly)."Creating an inclusive and supportive environment is key to addressing these fears. Exercise programs tailored for older adults, which encourage participation at their own pace and celebrate individual achievements, can help reduce anxiety related to performance. Additionally, socialising in exercise groups for older adults can foster a sense of community and mutual support, which decreases the fear of being judged and promotes continuity in physical activity.

A medida que las personas envejecen, los desafíos físicos y emocionales tienden a intensificarse, influyendo en su comportamiento y sus decisiones. Entre estos desafíos, están los temores relacionados con la práctica de actividad física que, aunque muchas veces ignorados o subestimados, pueden ser limitadores de la calidad de vida de los adultos 55+, restringiendo su participación en actividades que, paradójicamente, podrían mejorar su salud y bienestar. En este subcapítulo, abordaremos las preocupaciones más comunes que los adultos 55+ tienen para adherirse a la actividad física y cómo esos temores pueden ser abordados para promover un envejecimiento activo y saludable.

En este contexto, los temores más relevantes son (basados en las respuestas de varias entrevistas realizadas en el marco del proyecto IKIGAI55):

1. Miedo de Caídas

Uno de los temores que más limitan a los adultos 55+ es el miedo a caer. Este miedo es comprensible, dado que las caídas son una de las principales causas de lesiones graves en estas franjas etarias, originando fracturas óseas y traumatismos cerebrales. La preocupación por una potencial caída puede disminuir la movilidad y, instintivamente, evitar actividades consideradas de riesgo, como caminatas al aire libre, subir escaleras o participar en ejercicios de bajo impacto. Sin embargo, evitar la actividad física por causa del miedo a caer puede ser peor de lo que se cree. La inactividad debilita los músculos y perjudica el equilibrio, lo que lleva a un aumento efectivo del riesgo de caída. Para controlar esta preocupación, es importante que los adultos 55+ reciban información y orientación sobre cómo entrenar con seguridad y tengan acceso a actividades físicas pensadas para fortalecer el cuerpo y los músculos y mejorar el equilibrio.

2. Miedo a Lesiones y al Dolor

Muchos adultos 55+ temen que el ejercicio les pueda causar lesiones o agravar dolores ya existentes, como la artritis o dolores crónicos. Estas preocupaciones están relacionadas con algunas experiencias en el pasado o en la percepción de que su cuerpo está más frágil con la edad. Por eso, muchos evitan actividades físicas que consideran intensas o arriesgadas, optando por un estilo de vida más sedentario.

Para superar este miedo, es esencial que los adultos 55+ comprendan que no todas las actividades físicas implican un riesgo elevado de lesiones. Es importante resaltar la importancia de elegir ejercicios o deportes adecuados a su nivel de aptitud física, como hacer caminatas, natación o yoga, y la necesidad de iniciar un programa de entrenamiento bajo la orientación de un profesional de salud. El apoyo de fisioterapeutas y entrenadores especializados es una buena ayuda para establecer rutinas seguras que minimicen el riesgo de lesiones y promuevan una mayor confianza en el cuerpo, ayudándoles a mantenerse activos y sin dolor.

3. Miedo de Fatiga y Falta de Energía

El miedo a la fatiga excesiva después de la actividad física es otra de las principales dificultades en la lucha contra el sedentarismo. A medida que las personas envejecen, es natural que sientan una disminución de los niveles de energía, y el miedo a quedarse exhaustas después del ejercicio puede impedir su participación en programas de actividad física regular.

Para combatir este temor, es esencial explicar y demostrar que la práctica de actividad física es un componente clave, pues aumenta los niveles de energía. Aunque inicialmente pueden sentir un ligero cansancio, con el tiempo, el movimiento y el esfuerzo físico regulares mejoran la resistencia y aumentan los niveles de energía en el día a día. Es importante comenzar con ejercicios ligeros y de corta duración porque ayudan a los adultos 55+ a superar el temor de la fatiga y a darse cuenta gradualmente de los beneficios de la actividad física.

4. Preocupación por la Apariencia, Vergüenza y Comparación Social

Algunos adultos 55+ pueden tener miedo de ser juzgados o incluso ridiculizados por su condición física, especialmente si creen que no pueden hacer actividades al mismo ritmo que sus compañeros de entrenamiento o incluso otros adultos de la misma edad más activos. Ese temor de "pasar una vergüenza" puede hacer que eviten totalmente lugares donde se practica ejercicio, como gimnasios o parques públicos.

En clases grupales con personas de diversas edades, los adultos 55+ pueden sentirse frustrados y ansiosos por no poder seguir el ritmo de los más jóvenes, sintiéndose apartados, torpes, más lentos y "viejos". En general, las personas mayores tienden a aislarse y a tener menos hábitos de socialización. Tienen la idea de que ya no pueden (“ya no puedo bailar, no puedo con esto”) y, por eso, tienen poca autoconfianza o autoestima. Muchas veces, muestran resistencia a comenzar algo nuevo o no pueden seguir el ritmo de los más jóvenes (como en una clase de Zumba, donde aprender la coreografía rápido es complicado). Crear un ambiente inclusivo y acogedor hace toda la diferencia para superar esos miedos. Programas de entrenamiento adaptado para los adultos 55+, que incentiven a hacer las actividades al ritmo de cada uno y valoren todas las “pequeñas conquistas”, ayudan a disminuir la ansiedad. Y, además, la participación en grupo crea un sentido de comunidad y apoyo, reduce el miedo al juicio de los demás y es un fuerte incentivo a la práctica regular de actividad física.

Con l'avanzare dell'età, le sfide fisiche ed emotive tendono a intensificarsi, influenzando il comportamento e le decisioni quotidiane delle persone. Tra queste sfide, le paure specifiche legate all'attività fisica giocano un ruolo cruciale. Queste paure, spesso trascurate o sottovalutate, possono incidere significativamente sulla qualità della vita degli anziani, limitando la loro partecipazione ad attività che, paradossalmente, potrebbero migliorare la loro salute e il loro benessere generale. In questo sottocapitolo esploreremo alcune delle paure più comuni degli anziani nei confronti dell'attività fisica e come queste paure possono essere affrontate per promuovere un invecchiamento attivo e sano.

Le paure più importanti per gli anziani quando si cimentano nell'attività fisica sono le seguenti (incluse le citazioni dopo l'analisi di diverse interviste condotte nell'ambito del progetto IKIGAI55):

1. Paura di cadere

Una delle paure più diffuse tra gli anziani è quella di cadere. Questa paura è comprensibile, dato che le cadute sono una delle principali cause di lesioni gravi negli anziani, tra cui fratture ossee e traumi cerebrali. La preoccupazione per una potenziale caduta può portare a ridurre la mobilità e a evitare attività percepite come rischiose, come camminare all'aperto, salire le scale o partecipare a esercizi a basso impatto.

Tuttavia, evitare l'attività fisica per paura di cadere può essere controproducente. L'inattività può indebolire ulteriormente i muscoli e diminuire l'equilibrio, aumentando di fatto il rischio di caduta. Per attenuare questo timore, è fondamentale che gli anziani ricevano informazioni e formazione sulle tecniche di sicurezza, nonché l'accesso a programmi di esercizio specifici per migliorare l'equilibrio e la forza muscolare.

2. Paura di lesioni o dolore

Molti anziani temono che l'esercizio fisico possa causare loro lesioni o esacerbare dolori preesistenti, come l'artrite o i dolori cronici. Questa paura si basa spesso su esperienze passate o sulla percezione che il corpo sia più fragile con l'età. Di conseguenza, alcuni evitano le attività fisiche che percepiscono come faticose o rischiose, optando invece per uno stile di vita sedentario.

Per superare questo timore, è essenziale che gli anziani comprendano che non tutte le attività fisiche comportano un elevato rischio di lesioni. È importante sottolineare l'importanza di scegliere attività adeguate al proprio livello di forma fisica, come camminare, nuotare o praticare yoga, e la necessità di iniziare qualsiasi programma di esercizio sotto la guida di un professionista della salute. Il supporto di fisioterapisti e allenatori specializzati può aiutare a progettare routine sicure che riducano al minimo il rischio di lesioni e promuovano una maggiore fiducia nella capacità del corpo di rimanere attivo senza dolore.

3. Paura di stanchezza e perdita di energia

La paura di sentirsi troppo stanchi o affaticati dopo l'attività fisica è un altro ostacolo comune. Con l'avanzare dell'età, è naturale che i livelli di energia diminuiscano e la paura di sentirsi esausti dopo l'esercizio fisico può scoraggiare la partecipazione alle attività regolari.

Per combattere questa paura, è utile educare gli anziani sui benefici a lungo termine dell'attività fisica per aumentare l'energia. Anche se inizialmente possono avvertire un leggero affaticamento, con il tempo l'attività fisica regolare può migliorare la resistenza e aumentare i livelli generali di energia. Inoltre, sottolineare l'importanza di iniziare con esercizi dolci e di breve durata può aiutare gli anziani a superare la paura della fatica e a sperimentare i benefici graduali dell'esercizio fisico.

4. Paura dell'imbarazzo o della vergogna o del confronto sociale

Alcuni anziani possono temere di essere giudicati o ridicolizzati per la loro condizione fisica, soprattutto se percepiscono di non poter svolgere attività allo stesso livello dei coetanei più giovani o di altri anziani più attivi. Questo timore di umiliazione o vergogna può portare a evitare completamente gli ambienti in cui si svolge l'attività fisica, come palestre o parchi

Nel caso di classi di gruppo miste, gli adulti più anziani possono sentirsi frustrati e a disagio per non essere in grado di tenere il passo con i partecipanti più giovani, sentendosi lasciati indietro, impacciati, lenti e "vecchi". In generale, le persone anziane tendono a isolarsi e ad avere meno abitudini che le colleghino al mondo esterno. Credono di non essere più in grado di farlo (non posso ballare, non sono in grado) e mancano di autostima. A volte sono riluttanti a iniziare qualcosa di nuovo o non riescono a tenere il passo con i partecipanti più giovani (ad esempio, in un corso di Zumba, trovano difficile imparare rapidamente la coreografia). "Creare un ambiente inclusivo e solidale è fondamentale per affrontare queste paure. I programmi di esercizio fisico pensati per gli anziani, che incoraggiano la partecipazione al proprio ritmo e celebrano i risultati individuali, possono aiutare a ridurre l'ansia legata alle prestazioni. Inoltre, la socializzazione in gruppi di esercizi per adulti anziani può favorire un senso di comunità e di sostegno reciproco, che riduce la paura di essere giudicati e promuove la continuità dell'attività fisica..

Ahogy az emberek idősödnek, a fizikai és érzelmi kihívások általában fokozódnak, befolyásolva viselkedésüket és mindennapi döntéseiket. E kihívások között döntő szerepet játszanak a testmozgással kapcsolatos konkrét félelmek. Ezek a félelmek, bár gyakran figyelmen kívül hagyják vagy alábecsülik őket, jelentősen befolyásolhatják az idősebbek életminőségét, korlátozva részvételüket olyan tevékenységekben, amelyek éppenséggel javíthatnák egészségüket és általános jóllétüket. Ebben az alfejezetben az idősödők néhány leggyakoribb félelmét vizsgáljuk meg a testmozgással kapcsolatban, és azt, hogy hogyan lehet ezeket a félelmeket kezelni az aktív és egészséges idősödés elősegítése érdekében.

Az idősek testmozgással kapcsolatos legfontosabb félelmei (idézetek az IKIGAI55 projekt keretében készült több interjú elemzése után):

1. Félelem az eleséstől

Az idősek körében az eséstől való félelem a legelterjedtebb. Ez érthető, mivel az elesés az időseknél a súlyos sérülések egyik vezető oka, beleértve a csonttöréseket és az agykárosodást. A lehetséges esés miatti aggodalom a mozgásképesség csökkenéséhez és a kockázatosnak ítélt tevékenységek - például a szabadban való séta, a lépcsőmászás vagy az alacsony terhelésű gyakorlatok - kerüléséhez vezethet.

A fizikai aktivitás elkerülése az eséstől való félelem miatt azonban kontraproduktív lehet. Az inaktivitás tovább gyengítheti az izmokat és csökkentheti az egyensúlyt, ami valójában növeli az esés kockázatát. E félelem enyhítése érdekében alapvető fontosságú, hogy az idősek tájékoztatást és képzést kapjanak a biztonsági technikákról, valamint hozzáférjenek a kifejezetten az egyensúly és az izomerő javítását célzó edzésprogramokhoz.

2. Félelem a sérüléstől és a fájdalomtól

Sok idősebb felnőtt attól tart, hogy a testmozgás sérüléseket okozhat, vagy súlyosbíthatja a már meglévő fájdalmakat, például az ízületi gyulladást vagy a krónikus fájdalmakat. Ez a félelem gyakran korábbi tapasztalatokon vagy azon a felfogáson alapul, hogy testük a kor előrehaladtával gyengébbé válik. Ennek eredményeképpen egyesek kerülik a megerőltetőnek vagy kockázatosnak tartott fizikai tevékenységeket, és inkább az ülő életmódot választják.

E félelem leküzdéséhez elengedhetetlen, hogy az idősek megértsék, hogy nem minden fizikai tevékenység jár magas sérülésveszéllyel. Fontos kiemelni, hogy milyen fontos az edzettségi szintjüknek megfelelő tevékenységeket választani, mint például a gyaloglás, az úszás vagy a jóga gyakorlása, és hogy minden edzésprogramot egészségügyi szakember irányításával kell elkezdeni. A fizioterapeuták és szakképzett edzők támogatása segíthet olyan biztonságos gyakorlatok kialakításában, amelyek minimálisra csökkentik a sérülések kockázatát, és elősegítik a test nagyobb bizalmát abban, hogy fájdalom nélkül is képes aktív maradni.

3. Félelem a kimerültségtől és az energiavesztéstől

Egy másik gyakori akadály, hogy a testmozgás után túl fáradtnak vagy kimerültnek érzik magunkat az idősek. A kor előrehaladtával természetes, hogy csökken az energiaszintjük, és a testmozgás utáni kimerültségtől való félelem visszatarthatja az időseket a rendszeres tevékenységekben való részvételtől.

E félelem leküzdése érdekében hasznos, ha az idősebbeket felvilágosítjuk a testmozgás hosszú távú előnyeiről, és az energia növekedéséről. Bár kezdetben enyhe fáradtságot érezhetnek, idővel a rendszeres fizikai aktivitás javíthatja az állóképességüket és növelheti az általános energiaszintet. Továbbá a kíméletes és rövid ideig tartó gyakorlatokkal való kezdés fontosságának hangsúlyozása segíthet az idősebbeknek leküzdeni a fáradtságtól való félelmet, és megtapasztalni a testmozgás fokozatos előnyeit.

4. Félelem a megszégyenüléstől és a hasonlítgatástól

Egyes idősek félhetnek attól, hogy fizikai állapotuk miatt megítélik vagy kinevetik őket, különösen, ha úgy érzik, hogy nem tudnak olyan szintű tevékenységeket végezni, mint fiatalabb társaik vagy akár más, aktívabb idősek. A megaláztatástól vagy szégyentől való félelem ahhoz vezethet, hogy teljesen elkerülik azokat a helyeket, ahol testmozgásra kerül sor, például edzőtermeket vagy parkokat.

Egy vegyes korosztályú csoportos foglalkozás kellemetlen és frusztráló lehet az idősek számára, mert nem tudnak lépést tartani a fiatalabb résztvevőkkel, így lemaradva esetlennek, lassúnak és „öregnek” érzik magukat. Általánosságban elmondható, hogy az idősebbek hajlamosak elszigetelődni, és kevesebb olyan szokásuk van, amely összeköti őket a külvilággal. Úgy gondolják, hogy már nem alkalmasak (nem tudok táncolni, nem vagyok képes rá), és hiányzik az önbizalmuk/önbecsülésük. Néha vonakodnak valami újba belevágni, vagy nem tudnak lépést tartani a fiatalabb résztvevőkkel (pl. egy zumbaórán - nehezen tanulják meg gyorsan a koreográfiát). A befogadó és támogató környezet megteremtése kulcsfontosságú e félelmek kezelésében. Az idősekre szabott edzésprogramok, amelyek a saját tempójukban való részvételre ösztönöznek, és méltatják az egyéni eredményeket, segíthetnek csökkenteni a teljesítménnyel kapcsolatos szorongást. Emellett az idősebbeknek szóló mozgáscsoportokban való ismerkedés elősegítheti a közösség és a kölcsönös támogatás érzését, ami csökkenti a megszólástól való félelmet, és elősegíti a fizikai aktivitás folyamatosságát.

Naarmate mensen ouder worden, hebben fysieke en emotionele uitdagingen de neiging om intensiever te worden, wat hun gedrag en dagelijkse beslissingen beïnvloedt. Onder deze uitdagingen spelen specifieke angsten met betrekking tot fysieke activiteit een cruciale rol. Deze angsten, hoewel vaak over het hoofd gezien of onderschat, kunnen de kwaliteit van leven van oudere volwassenen aanzienlijk beïnvloeden, waardoor hun deelname aan activiteiten die, paradoxaal genoeg, hun gezondheid en algemeen welzijn zouden kunnen verbeteren, wordt beperkt. In dit subhoofdstuk zullen we enkele van de meest voorkomende angsten onderzoeken waarmee oudere volwassenen worden geconfronteerd met betrekking tot fysieke activiteit en hoe deze angsten kunnen worden aangepakt om actief en gezond ouder worden te bevorderen.

De belangrijkste angsten voor ouderen bij het proberen van fysieke activiteit zijn de volgende (inclusief citaten na analyse van verschillende interviews die zijn afgenomen in het kader van het IKIGAI55 project):

1. Angst om te vallen

Een van de meest voorkomende angsten bij oudere volwassenen is de angst om te vallen. Deze angst is begrijpelijk, aangezien vallen een van de belangrijkste oorzaken is van ernstig letsel bij oudere personen, waaronder botbreuken en hersentrauma. Bezorgdheid over een mogelijke val kan leiden tot verminderde mobiliteit en het vermijden van activiteiten die als risicovol worden beschouwd, zoals buiten lopen, traplopen of deelnemen aan oefeningen met een lage impact.

Het vermijden van fysieke activiteit vanwege de angst om te vallen kan echter contraproductief zijn. Inactiviteit kan de spieren verder verzwakken en het evenwicht verminderen, waardoor het risico op vallen juist toeneemt. Om deze angst weg te nemen, is het van cruciaal belang dat oudere volwassenen informatie en training krijgen in veiligheidstechnieken, evenals toegang tot oefenprogramma's die speciaal zijn ontworpen om het evenwicht en de spierkracht te verbeteren.

2. Angst voor blessures of pijn

Veel oudere volwassenen vrezen dat lichaamsbeweging hen verwondingen kan bezorgen of reeds bestaande pijnen, zoals artritis of chronische pijnen, kan verergeren. Deze angst is vaak gebaseerd op ervaringen uit het verleden of de perceptie dat hun lichaam kwetsbaarder wordt naarmate ze ouder worden. Als gevolg hiervan vermijden sommigen fysieke activiteiten die zij als inspannend of riskant beschouwen, en kiezen ze in plaats daarvan voor een zittende levensstijl.

Om deze angst te overwinnen, is het essentieel voor oudere volwassenen om te begrijpen dat niet alle fysieke activiteit een hoog risico op letsel met zich meebrengt. Het is belangrijk om het belang te benadrukken van het kiezen van activiteiten die geschikt zijn voor hun fitnessniveau, zoals wandelen, zwemmen of yoga beoefenen, en de noodzaak om een trainingsprogramma te starten onder begeleiding van een gezondheidswerker. Ondersteuning van fysiotherapeuten en gespecialiseerde trainers kan helpen bij het ontwerpen van veilige routines die het risico op blessures minimaliseren en meer vertrouwen bevorderen in het vermogen van het lichaam om actief te blijven zonder pijn.

3. Angst voor vermoeidheid en verlies van energie

De angst om zich te moe of vermoeid te voelen na lichamelijke activiteit is een ander veelvoorkomend obstakel. Naarmate mensen ouder worden, is het normaal dat ze een afname van het energieniveau ervaren, en de angst om uitgeput te raken na het sporten kan deelname aan reguliere activiteiten ontmoedigen.

Om deze angst te bestrijden, is het nuttig om oudere volwassenen voor te lichten over de langetermijn voordelen van fysieke activiteit voor het verhogen van energie. Hoewel ze in eerste instantie een lichte vermoeidheid kunnen voelen, kan regelmatige lichaamsbeweging na verloop van tijd het uithoudingsvermogen verbeteren en het algehele energieniveau verhogen. Bovendien kan het benadrukken van het belang van het beginnen met zachte en kortdurende oefeningen oudere volwassenen helpen de angst voor vermoeidheid te overwinnen en de geleidelijke voordelen van lichaamsbeweging te ervaren.

4. Angst voor verlegenheid of schaamte of sociale vergelijking

Sommige oudere volwassenen kunnen bang zijn om beoordeeld of belachelijk gemaakt te worden vanwege hun fysieke toestand, vooral als ze merken dat ze geen activiteiten op hetzelfde niveau kunnen uitvoeren als jongere leeftijdsgenoten of zelfs andere, actievere oudere volwassenen. Deze angst voor vernedering of schaamte kan leiden tot volledige vermijding van omgevingen waar fysieke activiteit plaatsvindt, zoals sportscholen of parken.

In het geval van groepslessen van gemengde leeftijden kunnen oudere volwassenen zich gefrustreerd en ongemakkelijk voelen omdat ze de jongere deelnemers niet kunnen bijhouden, zich achtergelaten, ongemakkelijk, traag en 'oud' voelen. Over het algemeen hebben oudere mensen de neiging zich af te zonderen en zijn ze minder gewoon om zich met de buitenwereld te verbinden. Ze geloven niet in hun kunnen (ik kan niet dansen, ik kan het niet) en ze hebben geen zelfvertrouwen/zelfrespect. Soms zijn ze terughoudend om aan iets nieuws te beginnen of kunnen ze jongere deelnemers niet bijhouden (bijvoorbeeld in een Zumba-les - ze vinden het moeilijk om snel choreografie te leren)." Het creëren van een inclusieve en ondersteunende omgeving is de sleutel tot het aanpakken van deze angsten. Oefenprogramma's op maat voor oudere volwassenen, die deelname in hun eigen tempo aanmoedigen en individuele prestaties vieren, kunnen helpen om angst in verband met prestaties te verminderen. Bovendien kan socialiseren in oefengroepen voor oudere volwassenen een gevoel van gemeenschap en wederzijdse steun bevorderen, wat de angst om beoordeeld te worden verminderd en de continuïteit in fysieke activiteit bevordert.

À medida que as pessoas envelhecem, os desafios físicos e emocionais tendem a intensificarem-se, influenciando o seu comportamento e as suas decisões. Entre estes desafios, estão os receios relacionados com a prática de atividade física que, embora muitas vezes ignorados ou subestimados, podem ser limitadores da qualidade de vida dos adultos 55+, restringindo a sua participação em atividades que, paradoxalmente, poderiam melhorar a sua saúde e bem-estar. Neste subcapítulo, iremos abordar as preocupações mais comuns que os adultos 55+ têm para aderir à atividade física e como esses receios podem ser abordados para promover um envelhecimento ativo e saudável.

Neste contexto, os receios mais relevantes são (baseadas nas respostas de várias entrevistas realizadas no âmbito do projeto IKIGAI55):

1. Medo de Quedas

Um dos receios que mais limitam os adultos 55+ é o medo de cair. Este medo é compreensível, dado que as quedas são uma das principais causas de lesões graves nestas faixas etárias, originando fraturas ósseas e traumatismos cerebrais. A preocupação com uma potencial queda pode diminuir a mobilidade e, instintivamente, evitar atividade consideradas de risco, como caminhadas ao ar livre, subir escadas ou participar em exercícios de baixo impacto.

No entanto, evitar a atividade física por causa do medo de cair pode ser pior do que se julga. A inatividade enfraquece os músculos e prejudica o equilíbrio, o que leva a um aumento efetivo do risco de queda. Para controlar esta preocupação, é importante que os adultos 55+ recebam informação e orientação sobre como treinar com segurança e tenham acesso a atividades físicas pensadas para fortalecer o corpo e os músculos e melhorar o equilíbrio.

2. Medo de Lesões e da Dor

Muitos adultos 55+ receiam que o exercício lhes possa causar lesões ou agravar dores já existentes, como a artrite ou dores crónicas. Estas preocupações estão relacionadas com algumas experiências no passado ou na perceção de que o seu corpo está mais frágil com a idade. Por isso, muitos evitam atividades físicas que consideram intensas ou arriscadas, optando por um estilo de vida mais sedentário.

Para ultrapassar este medo, é essencial que os adultos 55+ compreendam que nem todas as atividades físicas implicam um risco elevado de lesões. É importante salientar a importância de escolher exercícios ou desportos adequados ao seu nível de aptidão física, como fazer caminhadas, natação ou ioga, e a necessidade de iniciar um programa de treino sob a orientação de um profissional de saúde. O apoio de fisioterapeutas e treinadores especializados é uma boa ajuda para estabelecer rotinas seguras que minimizem o risco de lesões e promovam uma maior confiança no corpo, ajudando-os a manterem-se ativos e sem dores.

3. Medo de Fadiga e Falta de Energia

O medo de fadiga excessiva após a atividade física é outra das principais dificuldades na luta contra o sedentarismo. À medida que as pessoas envelhecem, é natural que sintam uma diminuição dos níveis de energia, e o medo de ficarem exaustas após o exercício pode impedir a sua participação em programas de atividade física regular.

Para combater este receio, é essencial explicar e demonstrar que a prática de atividade física é uma componente-chave, pois aumenta os níveis de energia. Embora inicialmente possam sentir um ligeiro cansaço, com o tempo, o movimento e o esforço físico regulares melhoram a resistência e aumentam os níveis de energia no dia a dia. É importante começar com exercícios leves e de curta duração porque ajudam os adultos 55+ a ultrapassarem o receio da fadiga e a aperceberem-se gradualmente dos benefícios da atividade física.

4. Preocupação com a Aparência, Vergonha e Comparação Social

Alguns adultos 55+ podem ter medo de serem julgados ou até ridicularizados por causa da sua condição física, principalmente se acharem que não conseguem fazer atividades ao mesmo ritmo que os seus colegas de treino ou até outros adultos da mesma idade mais ativos. Esse receio de “passar uma vergonha” pode fazer com que evitem totalmente lugares onde se pratica exercício, como ginásios ou parques públicos.

Em aulas de grupo com pessoas de diversas idades, os adultos 55+ podem sentir-se frustrados e ansiosos por não conseguirem acompanhar os mais jovens, sentindo-se à parte, desajeitados, mais lentos e "velhos". De modo geral, as pessoas mais velhas tendem a se isolar e a ter menos hábitos de socialização. Têm a ideia de que já não conseguem (“já não consigo dançar, não dou conta do recado”) e, por isso, têm pouca autoconfiança ou autoestima. Muitas vezes, mostram resistência a começar algo novo ou não conseguem acompanhar o ritmo dos mais jovens (como numa aula de Zumba, onde aprender a coreografia rápido é complicado). Criar um ambiente inclusivo e acolhedor faz toda a diferença para ultrapassar esses medos. Programas de treino adaptado para os adultos 55+, que incentivem a fazer as atividades ao ritmo de cada um e valorizem todas as “pequenas conquistas”, ajudam a diminuir a ansiedade. E, além disso, a participação em grupo cria um sentido de comunidade e apoio, reduz o medo do julgamento dos outros e é um forte incentivo à prática regular de atividade física.

Καθώς οι άνθρωποι γερνούν, οι σωματικές και συναισθηματικές προκλήσεις συνήθως εντείνονται, επηρεάζοντας τη συμπεριφορά τους και τις καθημερινές τους αποφάσεις. Μεταξύ αυτών των προκλήσεων, συγκεκριμένοι φόβοι που σχετίζονται με τη σωματική δραστηριότητα διαδραματίζουν καθοριστικό ρόλο. Αυτοί οι φόβοι, ενώ συχνά παραβλέπονται ή υποτιμούνται, μπορούν να επηρεάσουν σημαντικά την ποιότητα ζωής των ηλικιωμένων, περιορίζοντας τη συμμετοχή τους σε δραστηριότητες που, παραδόξως, θα μπορούσαν να βελτιώσουν την υγεία και τη συνολική ευημερία τους. Σε αυτό το υποκεφάλαιο, θα διερευνήσουμε μερικούς από τους πιο συνηθισμένους φόβους που αντιμετωπίζουν οι ηλικιωμένοι σχετικά με τη σωματική δραστηριότητα και πώς μπορούν να αντιμετωπιστούν αυτοί οι φόβοι για την προώθηση της ενεργού και υγιούς γήρανσης.

Οι σημαντικότεροι φόβοι για τους ηλικιωμένους όταν δοκιμάζουν τη σωματική δραστηριότητα είναι οι εξής (συμπεριλαμβανομένων αποσπασμάτων μετά από την ανάλυση πολλών συνεντεύξεων που πραγματοποιήθηκαν στο πλαίσιο του έργου IKIGAI55):

1. Φόβος της πτώσης

Ένας από τους πιο διαδεδομένους φόβους μεταξύ των ηλικιωμένων είναι ο φόβος της πτώσης. Ο φόβος αυτός είναι κατανοητός, δεδομένου ότι οι πτώσεις αποτελούν μία από τις κύριες αιτίες σοβαρών τραυματισμών σε ηλικιωμένα άτομα, συμπεριλαμβανομένων των καταγμάτων των οστών και του εγκεφαλικού τραύματος. Η ανησυχία για μια πιθανή πτώση μπορεί να οδηγήσει σε μειωμένη κινητικότητα και σε αποφυγή δραστηριοτήτων που θεωρούνται επικίνδυνες, όπως το περπάτημα σε εξωτερικούς χώρους, το ανέβασμα σκαλοπατιών ή η συμμετοχή σε ασκήσεις χαμηλής πρόσκρουσης.

Ωστόσο, η αποφυγή της σωματικής δραστηριότητας λόγω του φόβου της πτώσης μπορεί να είναι αντιπαραγωγική. Η αδράνεια μπορεί να αποδυναμώσει περαιτέρω τους μυς και να μειώσει την ισορροπία, αυξάνοντας στην πραγματικότητα τον κίνδυνο πτώσης. Για να αμβλυνθεί αυτός ο φόβος, είναι ζωτικής σημασίας οι ηλικιωμένοι να λαμβάνουν πληροφορίες και εκπαίδευση σχετικά με τεχνικές ασφαλείας, καθώς και να έχουν πρόσβαση σε προγράμματα άσκησης ειδικά σχεδιασμένα για τη βελτίωση της ισορροπίας και της μυϊκής δύναμης.

2. Φόβος τραυματισμών ή πόνου

Πολλοί ηλικιωμένοι φοβούνται ότι η άσκηση μπορεί να τους προκαλέσει τραυματισμούς ή να επιδεινώσει προϋπάρχοντες πόνους, όπως η αρθρίτιδα ή οι χρόνιοι πόνοι. Ο φόβος αυτός βασίζεται συχνά σε προηγούμενες εμπειρίες ή στην αντίληψη ότι το σώμα τους γίνεται πιο αδύναμο όσο μεγαλώνουν. Ως αποτέλεσμα, ορισμένοι αποφεύγουν τις σωματικές δραστηριότητες που θεωρούν επίπονες ή επικίνδυνες, επιλέγοντας αντ' αυτού έναν καθιστικό τρόπο ζωής.

Για να ξεπεραστεί αυτός ο φόβος, είναι σημαντικό οι ηλικιωμένοι να κατανοήσουν ότι δεν ενέχει κάθε σωματική δραστηριότητα υψηλό κίνδυνο τραυματισμού. Είναι σημαντικό να τονιστεί η σημασία της επιλογής δραστηριοτήτων κατάλληλων για το επίπεδο της φυσικής τους κατάστασης, όπως το περπάτημα, το κολύμπι ή η γιόγκα, καθώς και η αναγκαιότητα της έναρξης οποιουδήποτε προγράμματος άσκησης υπό την καθοδήγηση ενός επαγγελματία υγείας. Η υποστήριξη από φυσιοθεραπευτές και εξειδικευμένους γυμναστές μπορεί να βοηθήσει στο σχεδιασμό ασφαλών προγραμμάτων που ελαχιστοποιούν τον κίνδυνο τραυματισμών και προκαλούν μεγαλύτερη εμπιστοσύνη στην ικανότητα του σώματος να παραμένει ενεργό χωρίς πόνο.

3. Φόβος κόπωσης και απώλειας ενέργειας

Ο φόβος ότι αισθάνεστε πολύ κουρασμένοι ή εξαντλημένοι μετά τη σωματική δραστηριότητα είναι ένα άλλο κοινό εμπόδιο. Καθώς οι άνθρωποι μεγαλώνουν, είναι φυσικό να παρατηρούν μείωση των επιπέδων ενέργειας και ο φόβος ότι θα εξαντληθούν μετά την άσκηση μπορεί να αποτρέψει τη συμμετοχή σε τακτικές δραστηριότητες.

Για να καταπολεμηθεί αυτός ο φόβος, είναι χρήσιμο να ενημερωθούν οι ηλικιωμένοι για τα μακροπρόθεσμα οφέλη της σωματικής δραστηριότητας όσν αφορά την αύξηση της ενέργειας. Αν και αρχικά μπορεί να αισθάνονται ελαφρά κόπωση, με την πάροδο του χρόνου, η τακτική σωματική δραστηριότητα μπορεί να βελτιώσει την αντοχή και να αυξήσει τα συνολικά επίπεδα ενέργειας. Επιπλέον, η έμφαση στη σημασία της έναρξης με ήπιες και μικρής διάρκειας ασκήσεις μπορεί να βοηθήσει τους ηλικιωμένους να ξεπεράσουν το φόβο της κόπωσης και να βιώσουν τα σταδιακά οφέλη της άσκησης.

4. Φόβος ταπείνωσης ή ντροπής ή κοινωνικής σύγκρισης

Ορισμένοι ηλικιωμένοι μπορεί να φοβούνται ότι θα τους κρίνουν ή θα γελοιοποιηθούν για τη φυσική τους κατάσταση, ιδίως αν θεωρούν ότι δεν μπορούν να εκτελέσουν δραστηριότητες στο ίδιο επίπεδο με τους νεότερους συνομηλίκους τους ή ακόμη και με άλλους πιο δραστήριους ηλικιωμένους. Αυτός ο φόβος της ταπείνωσης ή της ντροπής μπορεί να οδηγήσει σε πλήρη αποφυγή των χώρων όπου πραγματοποιείται η σωματική δραστηριότητα, όπως τα γυμναστήρια ή τα πάρκα.

Στην περίπτωση των ομαδικών μαθημάτων όλων των ηλικιών, οι μεγαλύτεροι ενήλικες μπορεί να αισθάνονται απογοητευμένοι και άβολα που δεν μπορούν να συμβαδίσουν με τους νεότερους συμμετέχοντες, νιώθοντας ότι μένουν πίσω, ότι είναι αμήχανοι, αργοί και "γέροι". Σε γενικές γραμμές, οι ηλικιωμένοι τείνουν να απομονώνονται και έχουν λιγότερες συνήθειες που τους συνδέουν με τον έξω κόσμο. Πιστεύουν ότι δεν είναι πλέον ικανοί (δεν μπορώ να χορέψω, δεν είμαι ικανός/η) και δεν έχουν αυτοπεποίθηση/αυτοεκτίμηση. Μερικές φορές διστάζουν να ξεκινήσουν κάτι νέο ή δεν μπορούν να συμβαδίσουν με τους νεότερους συμμετέχοντες (π.χ. σε ένα μάθημα Zumba-δυσκολεύονται να μάθουν γρήγορα τη χορογραφία)." Η δημιουργία ενός υποστηρικτικού περιβάλλοντος χωρίς αποκλεισμούς είναι το κλειδί για την αντιμετώπιση αυτών των φόβων. Προγράμματα άσκησης προσαρμοσμένα σε ηλικιωμένους ενήλικες, τα οποία ενθαρρύνουν τη συμμετοχή με το δικό τους ρυθμό και εστιάζουν στα ατομικά επιτεύγματα, μπορούν να βοηθήσουν στη μείωση του άγχους που σχετίζεται με την απόδοση. Επιπλέον, η κοινωνικοποίηση σε ομάδες άσκησης για ηλικιωμένους ενήλικες μπορεί να ενισχύσει το αίσθημα της κοινότητας και της αμοιβαίας υποστήριξης, η οποία μειώνει το φόβο της κριτικής και προάγει τη συνέχεια της σωματικής δραστηριότητας.